Compromiso Institucional 2008 (Silvia Pereyra)

El mayor acierto del sociólogo Zygmunt Bauman ha sido dar con un estado social, descrito mediante una metáfora mágica: lo líquido, que reúne lo que tienen en común muchas de nuestras sociedades: la precariedad (en el trabajo, en las relaciones amorosas, en la propiedad, en el valor de las cosas), la ingente producción de deshechos humanos e industriales, la inseguridad (de las personas, de las comunidades frente a los cambios naturales y las plagas, y frente al terrorismo) y la vertiginosa motilidad del capitalismo.
¿Y qué tiene que ver la escuela con todo esto?
En la escuela como en otras instituciones, se reproducen parte de los discursos y las prácticas sociales, en la escuela repercuten los aspectos de los que habla Bauman, es decir que ella no escapa a la posibilidad de debilitarse primeramente para quedar a la deriva luego. El fantasma de la vulnerabilidad siempre está presente; ¿nos podrá atrapar? ¿Perderemos como escuela el mandato transformador social? ¿Caeremos en el conformismo, en el relativismo moral, en la verdad del ser?
Nuestra escuela tiene sus fortalezas puestas al servicio de la democracia. La democracia es una forma de entender la vida, de construir la sociedad. Su ejercicio se articula sobre la participación, la justicia, la libertad. Por ello esta escuela tiene dispositivos configurados para dar respuesta a su acción trasformadora, que encarnan los valores y la formación del ciudadano. Desarrollamos un modelo de gestión democrática y participativa que nos satisface a todos : la persona que toma parte, considera como suyo lo que hace, por lo tanto se responsabiliza, existe una mejor aceptación de las decisiones y finalmente el enriquecimiento mutuo, que se producen en el intercambio, el diálogo, la escucha, la suma de todos los pensamientos, de todas las voluntades y de todos los esfuerzos.
A lo largo de los últimos años, logramos mantener claridad en los objetivos, firmeza en las decisiones y la busqueda permanente de la igualdad de oportunidades. Ojala logremos desde la práctica permanente de la participación, fortalecer esta institución de la liquidez.